sábado, 21 de diciembre de 2013

UN CABALLERO PERFECTO

Hola a todos.
En el fragmento de hoy, Charles y Martha siguen viéndose.
Algo empieza a nacer entre ellos.

                           El castillo de los Lennox todavía estaba de pie.
                           Martha y Charles se encontraron de nuevo junto al castillo.
                            Era ya tarde y había pasado ya la hora del té. Martha había salido de su casa poniendo una excusa.
                           Charles era consciente de que le estaba pidiendo demasiado a Martha y que la joven estaba arriesgando mucho por ayudarle.
                            Le estrechó la mano cuando la vio llegar y se la llevó a los labios.
-Mi familia acabará enterándose de que me estoy viendo con usted-se inquietó Martha-No creo que me lo perdonen nunca. Seré franca con usted, Charles. Mi prima le odia. Sé que no tiene motivos para odiarle. Pero piensa que usted es el culpable de la muerte de su marido.
-No es la única que me culpa de ello-se lamentó Charles.
-Fue un accidente. Deje de torturarse por eso.
-Tony era mi hermano, Martha. Debí de haber hecho algo más por él. Aún a costa de haber muerto con él.
                           Martha paseó nerviosa. Charles se puso a su lado para caminar. La suave brisa que soplaba movía la falda del vestido de Martha.
-Es demasiado amable conmigo-afirmó Charles-Y no creo que me lo merezca.
                         Martha pensó que su vida había cambiado desde que Daphne se comprometió con Anthony. El día de su boda, su prima parecía una Princesa sacada de un cuento de hadas.
-Ocurrió algo ese día-observó Martha-Puede contármelo.
-No se lo creería-admitió Charles.
                     El vestido que llevaba puesto Martha aquel día era de color blanco. Había algo en ella que le parecía a Charles casi angelical. Pero era humana. Con aquel cabello de color negro recogido en un moño... Martha era una especie de ángel y de mujer a la vez.



-Me temo que le da miedo decírselo a Daphne-observó Martha-Teme que ella no le crea. Tony le dijo algo antes de caer al agua. Algo relacionado con su matrimonio con mi prima, ¿no es así?
                       Charles se acercó a Martha y le dio un beso en la frente.
-Mi hermano no era ningún Santo-admitió el joven-El matrimonio no cambió nada a Tony. Seguía con su vida de juergas y de mujeres. Daphne lo sabía. Pero prefería tener los ojos cerrados. Cuando se quedó embarazada, pensó que aquel niño haría cambiar a Tony. De la misma manera que había creído que el matrimonio le haría cambiar. No fue así.
-Recuerdo cuando Daphne anunció que estaba embarazada-comentó Martha-Todos nos alegramos muchísimo por ella. Pero...Tony...A él no le vi tan ilusionado como lo estaba ella.
                      Muchas ideas pasaron por la mente de la chica. Buscó respuesta en los ojos de Charles.
-Dígame la verdad, por favor-le imploró.
-Tony me citó a orillas del riachuelo porque estaba furioso y necesitaba desahogarse con alguien-relató Charles-No quería ser padre y no estaba enamorado de Daphne. Cuando se casó con ella, lo hizo por dos motivos. Daphne era una joven decente y se resistía a convertirse en su amante. Además, estaba su dote. Tu tío, que en paz descanse, era uno de los hombres más ricos de Escocia. Tony tenía deudas de juego. Cuando unos matones amenazaron a nuestra madre, ésta decidió que no quería seguir ayudándole económicamente.
-¡Eso nunca se lo contó a mi prima!
-Tony no soportaba más a Daphne porque decía que, desde que se quedó embarazada, había perdido todo el deseo que sentía por ella. Además, Daphne y él no hacían gran cosa en la cama. Tu prima estaba muy enamorada de él. Pero...Tony tenía una amante en Edimburgo. Pensaba enviar a Daphne a la casa solariega que nuestra familia tiene en las afueras de Mallaig. Y él se quedaría a vivir en Edimburgo. Iría a verla de vez en cuando, pero no quería preocuparse por ella. Ni por ella...Ni por el bebé...
-¡Cielo Santo!
-Yo me enfadé con Tony y discutimos. Siempre fue un irresponsable. Pero lo que pensaba hacerle a tu prima era una canallada. Tony resbaló y cayó al río. El resto ya lo sabes.
                     Martha estaba conmocionada. Daphne había idealizado el recuerdo de su amado esposo. Pero jamás se había sincerado con nadie acerca de cuál era la verdadera relación que mantenía con él. Prefería pensar que su marido había muerto amándola. Charles se dio cuenta de que Martha estaba aturdida. La envolvió en un abrazo protector.
                     Se separaron. Los ojos de color negro de Martha se posaron sobre sobre los ojos de Charles.
-Daphne tiene que saberlo-dijo la joven.
                     Charles acarició con la mano la cara de Martha. Se sentía extraño al tener sus brazos rodeando la cintura de la chica.
-Martha...-susurró Charles.
                        Casi sin darse cuenta, sus labios se posaron sobre los labios de la joven. Martha se sorprendió. Era algo que no se había esperado. Mi primer beso, pensó Martha. Charles la besó con suma dulzura. Con ternura...Se separaron. Martha estaba toda ruborizada. Charles no se atrevía a mirarla a los ojos.
-Lo siento mucho-se excusó el joven.
-No pasa nada-contestó Martha.
-Martha...Yo...
-Le ruego que no siga, Charles. Se lo repito. No pasa nada.
                    Martha se alejó casi corriendo de él.

1 comentario:

  1. Uy me gusta la pareja de Marta y Charles esperemos que se queden juntos y que cuenten a Dapne lo que paso. Un beso y te me cuidas

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