viernes, 13 de diciembre de 2013

UN CABALLERO PERFECTO

Hola a todos.
Hoy, vengo con este relato que está dividido en varias partes. Se llama Un caballero perfecto. 
Seguimos en Escocia, en una pequeña y encantadora isla.
Charles, miembro de una aristocrática familia escocesa, viaja hasta la isla de Inchmurrin. Su cuñada vive allí. Charles era, hasta hace poco, el perfecto hijo de dicha familia, en clara contraposición con su rebelde hermano mayor Anthony. Pero un accidente en el que Anthony muere hace que Charles sea despreciado por todo el mundo. Corroído por la culpa, el joven quiere que Daphne, la viuda de su hermano, le perdone. Paralelamente, empieza a nacer una fuerte atracción entre Charles y una de las primas de Daphne, Martha. La muchacha es la única que aboga por el perdón como forma de seguir hacia delante.
Vamos a ver lo que pasa entre Charles y Martha.

ISLA DE INCHMURRIN, LOCH LOMOND, ESCOCIA, 1830

                         Había llegado a su destino. 
                         Charles Woolf sintió miedo cuando se dispuso a golpear la puerta de madera que tenía ante sí. Miles de recuerdos amargos se agolparon en su mente. 
                           Hasta hacía apenas cinco meses, su vida era normal. 
                          Charles siempre había sido el hijo perfecto. Era el segundo hijo en una familia de cinco hermanos. Tres chicas y dos chicos...Anthony era el mayor. 
                          Durante el trayecto en barca hasta Inchmurrin, Charles había pensado en su hermano mayor. Anthony siempre había sido el más rebelde de los dos. Un auténtico truhán, como decía su difunto padre. Le gustaba ir por ahí seduciendo a mujeres. Sin importarle nada si les rompía el corazón. Hasta que conoció a Daphne y todo cambió. 
                         Anthony se enamoró realmente de ella. Decía que, cuando la besaba, experimentaba algo que no había experimentado antes. Con el beneplácito de su familia, decidió casarse con ella. Y así lo hizo. Durante algo más de un año, fueron un matrimonio feliz. Y Daphne estaba esperando su primer hijo. 
                       Pero Anthony había muerto. El bebé que esperaba Daphne también había muerto. Y Charles sentía que la culpa le estaba matando. Porque era él el responsable de la muerte de Anthony. 
                       El mayordomo le abrió la puerta. Charles le explicó que quería ver a la señora de Anthony Woolf. 
-Pase-le invitó el mayordomo. 
                        Le condujo hasta el salón. 
                        Vio a tres mujeres sentadas en el sofá. No tardó en reconocer enseguida a su cuñada Daphne. Llevaba su cabello de color negro recogido en un moño holgado. Sus ojos de color azul marino estaban apagados. Su rostro de forma ovalada había perdido su alegría. Incluso, se había borrado la sonrisa de aquellos labios carnosos. 
-Señora...-anunció el mayordomo-Su cuñado está aquí. 
-¿Mi cuñado?-se extrañó Daphne-¿Charles está aquí? 
                     Las tres mujeres se pusieron de pie movidas por un resorte. 
-¿Qué estás haciendo aquí?-le espetó Daphne a Charles nada más verle-¡Vete!
-Daphne, entiendo que no quieras verme-dijo el joven-Pero necesito que me escuches. La muerte de Tony fue un accidente. 
-¡Mientes! 
-Daphne, por favor-le imploró su prima Bárbara. 


                        Charles entendía el odio que su cuñada albergaba hacia él. Creía que él pudo haber hecho algo por salvarle la vida a Anthony. Él mismo también lo pensaba. Debió de haber seguido nadando, aún cuando veía que la corriente del agua también le estaba arrastrando. Debió de haber muerto ahogado con él. 
-¡Por tu culpa, mi marido está muerto!-le bramó Daphne-¡Por tu culpa, nuestro hijo también está muerto! ¡No quiero volver a verte nunca! 
-Prima...-intervino Martha, su prima más joven. 
                    Daphne no le hizo caso. Salió corriendo del comedor. No subió a su habitación. Se dirigió a la cocina para salir por la puerta de atrás a la calle. Bárbara fue tras ella. A pesar del tiempo transcurrido, Daphne estaba destrozada. Temía por ella. 
                    Martha se quedó en el salón a solas con Charles. Tenía dieciocho años y llevaba su cabello negro recogido en una trenza. 
-Le aconsejo que le dé tiempo a mi prima, señor Woolf-le sugirió-Ha sufrido mucho en tan poco tiempo. 
-Me hago cargo de ello-afirmó Charles, desolado. 
-En su fuero interno, Daphne sabe que usted no tuvo la culpa de lo que le ocurrió a su marido. Fue un desgraciado accidente. Pero está muy dolida con el mundo. ¡Hágase cargo! Primero, murió mi tía Vivian. Luego, murió mi tío Stephen. Y perdió a su marido y a su hijito con escasos días de diferencia. 
-Señorita Kendix, le agradezco sus palabras. Pero todo el mundo sabe que la culpa de la muerte de Tony fue mía. 
-Yo no lo creo. 
                      Martha siempre había poseído una naturaleza noble y dulce. 
                      Tanto ella como su hermana Bárbara como sus padres estaban sufriendo al ver a Daphne tan hundida. En su fuero interno, Bárbara culpaba a Charles de lo ocurrido. Pero Martha pensaba que eso no era justo. Charles había perdido a su hermano mayor. El dolor que estaba sintiendo en aquel momento era intenso. No debía de ser despreciado por la gente que le rodeaba. 
-Mi madre no para de llorar desde que murió Tony-le confió Charles-A pesar de todo, era su hijo favorito. 
-Lo peor que le puede pasar a una madre es perder a su hijo-recordó Martha-Mi hermano pequeño, Eric, falleció cuando tenía cinco años. Una meningitis fulminante se lo llevó. Yo me acuerdo mucho de él. Era un niño adorable y muy travieso. 
-Mis hermanas se niegan a hablarme desde que murió Tony. 
-Creo que están siendo un poco injustas con usted, señor Woolf. 
-No busco la compasión de nadie, señorita Kendix. Sólo busco el perdón. Que su prima me perdone. Siento que estoy muerto en vida. 
-¡Pues le prohíbo que hable así! Está vivo, señor Woolf. A su hermano no le gustaría verlo así. 
                     Casi sin darse cuenta, Martha se fue acercando poco a poco a Charles. Tuvo que reconocer para sus adentros que aquel joven le gustaba. Le gustaba desde el momento en el que Anthony se lo presentó. Fue en la fiesta por la pedida de mano de Daphne. Se celebró en la casa que los padres de Martha poseían en Glencoe. 
                     Anthony besaba mucho a Daphne en público. Martha les regañaba por aquel comportamiento que ella consideraba indecoroso. Anthony se echó a reír. Daphne estaba toda ruborizada. 
-Lo que tú necesitas, niña, es un amor-afirmó Anthony. 
-Soy demasiado joven para enamorarme-replicó Martha. 
-Te voy a presentar a mi hermano Charlie. Es tan mojigato como tú. 
                     Anthony la llevó a rastras hasta donde estaba Charles. Hizo, entre risas, las pertinentes presentaciones. Charles, por cortesía, besó a Martha en la mano. Sin embargo, hubo algo en aquella chica que llamó poderosamente su atención. 
-Es un honor para mí conocerla, señorita Kendix-dijo. 
                    De vuelta al presente, Martha decidió que haría lo imposible por ayudar a Charles. Se puso de puntillas y le dio un beso en la mejilla. 
-Gracias...-susurró el joven.
                  Acarició con la mano el rostro de Martha. Recordó el día de la boda de Daphne y de Anthony. Se había acercado a su cuñada para darle un abrazo cariñoso. Y también besó a Martha en la mejilla a la salida de la Iglesia.
-Ahora, somos familia-le recordó.



                          Charles pensó en todo eso cuando salió de la casa de los Kendix. Se dijo así mismo que Martha tenía razón. Pero, en el fondo, sabía que no era verdad. La muerte de Anthony siempre pesaría sobre su conciencia. 

4 comentarios:

  1. ¿Pero es que has cambiado el nombre al blog? O es que este es otro por el que yo no había venido? Buena historia como siempre. supongo que llevar una muerte en la conciencia es algo que no se supera, porque nadie puede pelear contra un fantasma en nuestra mente. Un besazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Se trata de otro blog. La historia de este blog es algo larga. Lo que importa es que está listo para tener mucha vida por delante.
      En el caso de Charles, tenemos a un buen chico al que la vida le está poniendo una dura prueba. ¿Logrará superarla?
      ¡Vamos a descubrirlo!
      Un fuerte abrazo y gracias por todo.

      Eliminar
  2. Espero, que te mejores y cuídate mucho. Me gusta mucho la nueva historia , en especial el personaje de Charles

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuídate tú también mucho porque te queremos, Citu.
      Charles es un buen chico, como he dicho antes. Un momento tan sólo en la vida de una persona lo cambia todo.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar